ENTOURAGE
Despacito pero con buena letra. Así es como avanza la trama en Entourage, serie creada por Doug Ellin y producida por el conocido Mark Wahlberg, cuyos inicios en Hollwood se ven reflejados con una gran inteligencia y mucho descaro en esta serie.
Vincent Chase (Adrian Grenier) es una prometedora estrella de
cine que está comenzando a dar sus primeros pasos dentro de Hollywood
acompañado de su sequito particular formado por Erick (Kevin Conolly), Johnny "Drama"
Chase (Kevin Dillon) y "Tortuga" (Johnny Ferrara). Juntos se dedican a vivir
la vida propia de las estrellas de cine de Hollywood, mientras Ari Gold (Jeremy
Piven) -el representante de Vince-, y su secretario Lloyd (Rex Lee), se encargan
de que a Vince no le falte trabajo en ningún momento. O al menos eso
intentarán.
Si hay algo que cabe destacar de esta serie son la construcción de personajes llevada a cabo por Doug Ellin y su equipo de guionistas. Desde el mismo Erick siendo siempre el "pepito grillo" del grupo y manteniéndoles con los pies en el suelo, pasando por Drama y su incansable amor hacia sí mismo, siguiendo por Tortuga y su insistencia en valerse por sí mismo, por Lloyd y su paciencia, y, claro está, por Ari Gold, ese representante neurótico y sinvergüenza que le ha valido un Globo de Oro a Jeremy Piven. Porque tú acabas formando parte de este séquito, pudiendo prever con cada hecho que ocurre qué van a pensar el resto de personajes sobre eso. Y esto no quiere decir que nos encontremos ante una serie predecible. Para nada. Sino que todo está bien atado y nada se escapa dentro del guión.
Adrian Grenier consigue y con buena nota que quieras a Vince, cosa que no es nada fácil siendo un niño rico, con gran fama entre el género femenino y encima estrella de cine. Y esto es algo que alabar, pues no muchas veces se ha conseguido de una manera tan adecuada dosificar ese ego propio de las estrellas, con la humildad característica de un chico de clase media de Quuens como era Vince. El resto del elenco son, sin duda, excepcionales en todas sus facetas. Conolly, Dillon y Ferrara crean junto a Grenier un grupo de amigos fantástico, digno de sitcoms de la talla de Friends o How I Met Your Mother.
Pero si hay algo que funciona a la perfección dentro de la serie y no decae en ningún momento, esos son Ari Gold (Jeremy Piven) y Lloyd (Rex Lee). Ari Gold es un representante de cine cuya vida gira en torno a su trabajo. Pero como padre de familia que es tendrá que dedicar tiempo a su mujer Melissa (Perrey Reeves), una ex estrella de cine, y sus dos hijos. Parecerá algo típico esta etiqueta de "padre ocupado que no tiene tiempo para su familia". Sin embargo, Jeremy Piven hace con Ari un personaje totalmente atípico dentro de algo tan trillado dentro del mundo audiovisual, solventándolo con mucho humor y sobre todo, la gestualidad de Piven, que habla por sí sola. Y como guinda del pastel, al papel de Ari se le une como herramienta fundamental Lloyd, dando lugar a una mezcla explosiva entre ambos. Un homófobo, racista, engreído y sinvergüenza representante de cine y su chino, gay y benevolente secretario, dan lugar a los diálogos más disparatados y crueles dentro de la serie.
La técnica no es un punto fuerte de esta serie, pues lleva a
cabo una planificación normal con una fotografía al servicio del guión sin ningún tipo
de innovación en este sentido. Pero, sin duda, una de las cosas que han
catapultado a Entourage a la fama y
han hecho posible lograr una ficción de 8 temporadas, es su formato: capítulos
de entre 25-30 minutos, con temporadas de entre 8 capítulos la más corta y 20
capítulos la más larga, donde lo que ocurre dentro del capítulo está pensado
justo para este pequeño espacio de tiempo, no habiendo ningún momento de
aburrimiento dentro de ningún capítulo, ni ningún capítulo de relleno, contribuyendo además el desfile de estrellas internacionales que realizan
cameos dentro de la serie de la talla de James Cameron, Stan Lee, Scarlett
Johansson, Peter Dinklage o Jessica Alba.
Y es que Entourage es
una serie para evadirse, para olvidarte por un momento de todo lo que te rodea.
Es, sencillamente, diversión en estado puro.
de Sergio de Mingo.
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